Uzbekistán es un país en auge, escenario de cuento que se erige como epicentro de la Ruta de la Seda. Sus madrazas, mausoleos, mezquitas, palacios, minaretes… la diversidad y riqueza arquitectónica de este país no tiene igual en el mundo. El triángulo mágico del país formado por Samarkanda, Khiva y Bukhara cuenta con varios atractivos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pasear por sus calles es como introducirse en una novela histórica donde se es el protagonista. El minarete de Kalta Minor, la mezquita de Kalón, el Gran Tamerlán, la necrópolis de Shaki Zinda, son sólo algunos de los emplazamientos únicos que encontrarás cuando visites sus principales ciudades. Cúpulas azules, fascinantes mosaicos, fortalezas son parte de un gran mundo por descubrir.
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